La gratitud en el trabajo: motor motivacional

Por Ana Alegre

La cultura de la gratitud se basa en la idea de que reconocer las cosas buenas en nuestras vidas y decir “gracias”, puede ser beneficioso no sólo para nuestro entorno, sino también para nosotros mismos.

Si esto lo llevamos a un entorno laboral, cuando las personas dentro de una empresa practican la gratitud, varios aspectos de sus vidas laborales mejoran,  siendo aspectos como: el aumento de la felicidad, mejoras en la colaboración, las relaciones laborales más positivas, disminución de conflictos dentro de la oficina, aumento en la sensación de pertenencia, aumento del compromiso de las personas con sus equipos de trabajo y la empresa.

La cultura de la gratitud

¿QUÉ BENEFICIOS PUEDE APORTAR A LA CULTURA DE LA EMPRESA TENER UNA BUENA POLÍTICA DE AGRADECIMIENTO?

El éxito de la estrategia de las organizaciones se sustenta en una buena base del desempeño de las personas, y motivarlas y premiarlas es fundamental para lograr ese desempeño adecuado. A continuación, enumeramos los principales beneficios de implantar una cultura de gratitud.

Mejora de la productividad: La gratitud mejora nuestro humor. Por ello, aumenta nuestra eficacia, determinación y entusiasmo en nuestras labores.

Mayor autonomía y mejora en la eficiencia de los equipos: La gratitud nos permite ver las cosas desde una perspectiva positiva. ¿Por qué? Sencillo, porque no caemos en un ciclo de negatividad con tanta facilidad. Promoveremos un pensamiento positivo en nuestros colaboradores lo que redundara en una clara mejora del clima laboral.

Aumento de la vinculación con la empresa: Agradecer a los demás hace que tengamos más empatía con el otro, que seamos más compasivos y podamos ponernos en el lugar del otro. Asimismo, esta persona podrá participar mejor en el equipo e involucrarse más en la organización.

Mejora del clima laboral: La persona agradecida tiene mejor bienestar mental y emocional. Por ello, tendrá mejor desempeño

Políticas de agradecimiento

ESTRATEGIAS PARA PROMOVER UNA CULTURA DE GRATITUD

¿Cómo llevamos la cultura de la gratitud a la práctica en nuestros entornos laborales? A continuación, te dejamos algunas ideas:

Debe empezarse por arriba.

Los empleados buscan la gratitud, en primera instancia, de sus superiores. La sensación de ser reconocido por el jefe tiene que recorrer un largo camino, empezando por la parte más alta del organigrama, hacia la parte más baja, porque tanto la presencia como la ausencia del agradecimiento en la dirección general repercuten directamente en los demás puestos de la organización.


Hacerlo auténtico y específico.

Hay que mostrar agradecimiento, y hay que mostrarlo de manera auténtica y concreta. Y no suele ser así cuando a un jefe le han pedido que sea agradecido con su equipo, pero no lo cree realmente. Para sentirlo, es necesario centrar el agradecimiento en personas y en tareas concretas, porque es como tienen efecto tanto para el que lo da como para el que lo recibe.


No mezclarlo con otras intenciones.

Cuando utilizamos el agradecimiento en interés propio puede ser totalmente perjudicial. Por ejemplo, una situación en la que un responsable agradece el buen trabajo del equipo cuando tiene “publico” o cuando necesita un esfuerzo extra de sus colaboradores.

La gratitud en el trabajo, motor motivacional


Adaptarlo a la persona.

Es importante conocer al individuo al que se quiere agradecer e imaginar cómo le sentará mejor y como le generará más efecto. El agradecimiento tiene más peso cuando hace referencia a algo específico.


Muro de la gratitud

Habilita un espacio común para que los colaboradores puedan compartir de manera pública su agradecimiento y empieza a utilizarlo, las personas tienden a disfrutar de la novedad y participar por voluntad propia.

En Grupo Emotiva-Liderea, creemos en la cultura del agradecimiento y ponemos todo nuestro conocimiento y herramientas al servicio de tu empresa para conseguirlo. Nosotros apostamos por tu equipo, ¿y tú?

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