Por Carmen Guillén
El Design Thinking o pensamiento de diseño es una metodología, en un principio, enfocada al diseño de productos o servicios basándose en las necesidades reales del cliente o el usuario y que se comienza a aplicar al trabajo en equipo para maximizar la creatividad colectiva.
¿Qué es el Design Thinking?
Design thinking fue inicialmente popularizado por una firma de Silicon Valley (Ideo). En los años 80, Design thinking se aplicó principalmente al diseño de productos físicos (ej. el primer Apple mouse). Debido a la efectividad de la metodología se empezó a usar también en el diseño de servicios y experiencias de usuario.
Fundamentalmente, el pensamiento de diseño consiste en generar ideas innovadoras para entender y dar solución a las necesidades reales de los usuarios. Como hemos comentado, proviene de la forma en la que trabajan los diseñadores de producto. De ahí su nombre, que en español se traduce de forma literal como «Pensamiento de Diseño». Convirtiéndose en una herramienta sensacional generadora de innovación con la que pueden surgir ideas en cualquier sector y situación.
Design thinking utiliza la sensibilidad del diseñador y se basa en la lógica, la imaginación, la intuición y el razonamiento sistémico para explorar las posibilidades de lo que podría ser y para crear los resultados deseados que benefician al usuario final.
¿Cómo funciona?
El Design Thinking se desarrolla siguiendo un proceso en el que se ponen en valor las necesidades del cliente o el usuario. Para ello, se le investiga, se definen sus necesidades, se crean soluciones, se idean prototipos de las mejores soluciones para posteriormente testarlas o ponerlas a prueba. Este proceso se lleva acabo a través de 5 acciones fundamentales:
EMPATIZAMOS
Se comienza con la comprensión de las necesidades, problemas y deseos de los usuarios que estemos desarrollando o buscando y también de su entorno. Debemos ser capaces de ponernos en la piel de dichas personas para ser capaces de generar soluciones consecuentes con sus realidades. Satisfacerlas es la clave de un resultado exitoso.
DEFINIMOS
Durante la etapa de definición filtramos la información recopilada durante la fase de Empatía y nos quedamos con lo que realmente aporta valor y nos lleva al alcance de nuevas perspectivas interesantes. Identificaremos problemas cuyas soluciones serán clave para la obtención de un resultado innovador.
IDEAMOS
La fase 3 es la etapa de idear y crear muchas soluciones prácticas y creativas basadas en las necesidades del usuario. Para ello, se siguen una serie de técnicas de pensamiento divergente y de resolución de problemas a través de la creatividad. Lo importante es no quedarnos en una sola respuesta, tenemos que buscar muchas soluciones, ya que de la cantidad sale la calidad. En esta fase, las actividades favorecen el pensamiento expansivo, no hay límites y no tenemos que tener prejuicios de valor. Todo puede valer y en muchas ocasiones las ideas más raras son las que generan las soluciones más innovadoras.
PROTOTIPAMOS
La fase 4 es la etapa del prototipado en el que construimos un modelo “rápido” que nos ayudará a dar forma a lo que hasta ahora era una idea o concepto. A partir de este momento ya existe algo físico que no nos consuma demasiados recursos ni demasiado tiempo para poder probarlo cuanto antes
TESTEAMOS
En la última fase se invita a los usuarios a entrar en contacto con el prototipo que se ha creado y estudiar cómo interactúan con él. Esta quinta etapa trata de evaluar, y aquí es donde descubriremos posible errores y carencias que pueda tener el producto. Involucrar a los clientes o usuarios finales minimiza la incertidumbre y el riesgo de la innovación. Durante esta fase evolucionaremos nuestra idea hasta convertirla en la solución que estábamos buscando.
Aspectos fundamentales del Design Thinking
Dos de los aspectos fundamentales de esta metodología y que es necesario enfatizar son:
El equipo: En el Design Thinking es imprescindible trabajar en equipo. Cuanto más diverso sea, mejor. Así podréis sumar puntos de vista, conocimientos y experiencia. Es imprescindible que haya al menos una persona con conocimientos sobre la metodología que sepa guiar el proceso. Y aunque debe tener un núcleo estable de personas que participen hasta el final, se podrán sumar otras dependiendo de la fase en la que nos encontremos. Por ejemplo, en la generación de ideas o en la prueba de prototipos.
La actitud: En el Design Thinking es imprescindible la actitud. Debemos adoptar la que se denomina «Actitud del Diseñador». Ser curiosos, y observadores. En cualquier detalle podemos encontrar información trascendente. Debemos ser empáticos, tanto con las personas como con sus circunstancias. Ser capaces de ponernos en la piel del otro. Cuestionarnos el Status Quo, y no cargar con prejuicios o asunciones. Ser optimistas y positivos. Perder el miedo a equivocarnos, y ver los errores como oportunidades.
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